Espero que este sea el comienzo de mi blog, el auténtico comienzo que me haga permanecer en contacto permanente con la escritura. Sí, aquello que tanto amaba y que tan brúscamente, y sin saber el porqué, alejé de mí.
Recuerdo que solía escribir mucho, que mis ratos libres eran dedicados a tan maravilloso fin. Pero el convertirme en adulta y el tener obligaciones me hicieron separarme de mi verdadera vocación, de mi verdadero yo.
Si me pongo a pensar, estudié periodismo por esa misma razón: escribir. Era el oficio que más relación tenía con la literatura. Y escribí tanto durante mis años de carrera... No obstante, la vida me llevó por otros derroteros, y como seguía amando la literatura me propuse ser profesora de lengua y literatura, las letras, siempre las letras...
Y estoy tan rodeada de letras en la vida real, que me fui alejando poco a poco de mi interior, de fabricar mis propios mundos utilizando las palabras. Ni tan siquiera he conseguido escribir sobre mi vida, sobre todo lo que me ha pasado.
De este modo, me dispongo a iniciar, a abrir este blog de una vez por todas. Me comprometo a escribir un post cada día, antes de irme a dormir si es necesario. Probablemente cada día tendré algo que contar, algo nuevo que ofrecer o recordar. Mañana por ejemplo, hablaré de mi incertidumbre sin saber todavía a qué instituto iré a trabajar el martes.
Como espero vencer a mi insomnio, a pesar de ser ya las cuatro de la mañana, me voy a dormir. Y me voy a dormir con una ilusión nueva: Escribir, siempre escribir.
1 comentario:
Muchas veces se habla de escribir, pero no se escribe, o de enseñar, pero no se enseña. Los espacios de internet se prestan mucho a ello, como altavoces de nuestros deseos, pero hemos de saber que el impulso definitivo para hacer algo provendrá siempre de nosotros mismos.
Celebro que te pongas a ensuciar páginas en blanco, porque tus palabras seguro que se acaban levantando del papel para que sean atrapadas por quien las pueda necesitar.
Un beso
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