DÍA 1
Buenas tardes. He decidido que voy a escribir un diario de estos días y compartirlo con vosotros. Que nadie espere una obra literaria que no es más que una chorrada para pasar el tiempo (15 largos días)
Me desperté temprano, en realidad me despertó mi hija con su "mami mami, teta, teta" y saltó a la cama. Miré el reloj, y eran ya las ocho. No pude volver a dormirme. En realidad llevo durmiendo mal toda la semana, todo esto del COVID19 me tiene muy nerviosa. Bueno, a mí y a todo el mundo como es normal, no estoy preparada para una pandemia.
El día de ayer no lo voy a meter en el diario, mejor lo obvio. Porque fue demasiado intenso. Sin clases, virus extendiéndose, tomar decisiones que influyen en la vida de más de cuarenta personas... en fin. Que ayer no estuve confinada por la mañana, así que no cuenta.
Me levanté de la cama porque mi otro hijo es muy madrugador y me fui con él al salón. Supuestamente mi idea era ir a comprar el pan temprano, que no hubiese mucha gente, pero entre una cosa y otra no salí hasta cerca de las 11 de la mañana. Me monto en mi coche, y digo, voy mirando a ver donde hay poca gente, no me hacía a la idea de que iba a haber tanta gente, mi pueblo es pequeño. Fui dando un paseo por el pueblo, dentro de mi coche, y fui viendo las colas de gente en la calle esperando para entrar en las tiendas. Y paré donde no había nadie. Compré el pan y me marché. Fui a visitar a mis padres un instante, desde la puerta, mi madre que entrase, pero no , ellos más de 65 años y mi abuela de 95, como para entrar yo. Los saludé, me dieron desde la distancia unas cosas que tenía allí y para casa de nuevo.
Ohhhh, no puedo dejar de contar que parte del tiempo lo he perdido mirando el WhatsApp, grupo de profes preguntando dudas, planteando alternativas posibles para la docencia online, otros grupos por otro lado de amigas, risas, memes, preocupaciones, informaciones varias, histeria colectiva, más memes de papel higiénico...
Y sí, saco el tema del papel higiénico, porque si el virus no produce diarrea (o sí y si es por eso chitón) no entiendo la histeria de comprar montones y montones de paquetes. No lo veo de primera necesidad. Si uno está en casa se puede limpiar las posaderas de otra forma, se me ocurre en la bañera con jabón, mejor sería comprar mucho jabón para lavarse las manos, culillo, chochete... ustedes me entienden.
Bueno a lo que voy, tras eso llegué a casa. Los dos niños correteando. Todo revuelto por el salón. Mi marido por allí. Y dije ea, esto ya sí que es el confinamiento de verdad. Recoger, poner lavadoras, limpiar un poco, tender, hacer de comer... las cosas normales de algunos sábados pero con una diferencia: sin prisas. Sí señores he encontrado hoy el lado positivo, que no había que correr porque como no había nada que hacer después, blanco y en botella.
Luego me ha dado tiempo a crear el Clasroom de otro grupo, subirles material, y pensando si me grababa explicándoles algunas cosillas. Vamos esto del COVID 19 va a hacer avanzar mucho a la enseñanza porque nos vamos a inventar todo lo que pueda ser efectivo con los medios que tenemos y sobre todo que nuestros alumnos y alumnas tengan de verdad a su alcance. Amigos, que el Guadalinfo lógicamente no está abierto, y muchos no tienen ordenador con Internet. Todo el día confiscando móviles... ironías de la vida, y son los que ahora nos van a salvar la vida en esto del teletrabajo educativo.
Bueno, me ha dado tiempo mientras la chica dormía la siesta a ver el capítulo 3 de la nueva temporada de Outlander,cuando todo esto pase tengo que visitar Escocia, ohh yeaaah. Ese Jaimie, esos paisajes...
Y después al patio otra vez con mi nene, a jugar a la pelota, a recoger la ropa, a respirar aire. Ahí me ha dado un momento de agobio, lo reconozco, el no salir a andar eso me ha dado angustia. Dos veces me ha pasado hoy: cuando iba en el coche por mi pueblo y no había apenas gente, tiendas cerradas, bares casi todos...The Walking Dead. Acojona tela. Y eso que es solo en día 1. Mejor ni lo pienso.
Después han llegado las noticias del estado de alarma y que esto es ya encerrada, encerrada. Menos mal que mi patio es grande, menos mal. Que dos semanas más largas me esperan.
Y aquí estoy, sentada en el patio escribiendo esto, supongo que el resto del día entre bañarse, preparar cena... A ver si veo esta noche La trinchera infinita que la tengo ahí esperándome.
Hasta mañana. Paciencia gente, y cada uno EN SU CASA.
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