Lo titularía... hoy ya me he puesto nerviosa. Y sólo es el día 2.
Mi hija me persigue por todas partes de la casa y no consigo despistarla. Y eso que mi marido está en casa, mañana que tiene que trabajar, creo que va a ser horrible.
Me levanté sobre las nueve, al menos no madrugaron tanto, bajamos, desayunamos, recoger un poco...
Y el resto del tiempo jugamos en el patio. Hicimos el dibujo del arcoíris y TODO VA A SALIR BIEN. Pero aquello fue un caos... Dios mío. Niña quita color a niño, niña tira el cesto de las pinzas, niño enfadado porque niña coge color, niña coge todos los colores y los tira por el suelo, niño llora, niña coge dibujo del niño y lo arruga, niño pega a niña, niña pega a niño, los dos lloran, yo también quiero llorar... acto seguido acaban los dibujos y los pegamos en la puerta de la calle. No me da tiempo ni a cerrar cuando salen corriendo para el patio... niño coge manguera, niña se pone debajo, niño ríe, niña llora, mami grita, marido baja que estaba arreglando el estudio. TODOS PARA DENTRO.
Después de ese tiempo a preparar comida. Comemos, recogemos, niña se duerme y niño juega. Un ratito para seguir viendo Outlander. Momento calma del día. Pero dura poco, niño viene con su monopoly Junior. A jugar. Gran momento, compro todos los hoteles del juego, gano mucho dinero, y niño después de reírse mucho acaba llorando porque ha perdido. Nuevamente al punto de partida. Hora de la merienda. Niña se despierta también, zumitos de naranja, frutita y muchas galletas, para compensar.
Y es el momento de hacer algo que mañana hay teletrabajo, madre del amor hermoso, dejo planteada la semana de mis grupos, directrices al claustro y me pongo a escribir esto, mientras mi niña se sube y se baja porque también quiere teclear. Esto va a ser complicado, muy complicado.
Me he agobiado ya hoy, lo reconozco. Miro las estadísticas, miro lo que puede llegar a pasar y me acojona, me acojona esta incertidumbre. Yo estaré confinada, con mis dos niños. Pero mi marido tiene que seguir yendo a trabajar, y me da mucho miedo, así no vamos a estar libres del virus, y quién me dice que no lo tenemos ya, o alguien con quien he estado estos días lo tenía. Tengo miedo. No puedo evitarlo. Como decía una compañera hay que concienciarse que lo vamos a pillar muchos, lo importante es no contagiarlo al grupo de riesgo. Se me va a hacer muy difícil tantos días sin ver al resto de mi familia, pero es necesario, hay que confinarse.
He salido de casa un momento, que ha sido para tirar la basura al contenedor de la esquina. He deseado tanto tener perro... Y de nuevo me ha recordado a The Walking dead. Da todo esto tanto miedo. Pienso también en toda la gente que tiene que seguir trabajando por los demás, sanitarios, tenderos etc. mil gracias, a todos, sois unos valientes. Por eso mismo los demás debemos quedarnos en casa, es la única forma de pararlo o retenerlo.
Hablé con mi abuelilla Felisa hoy, me dio mucha pena, esto parece una guerra hija, no entiendo nada, ¿no estaremos en guerra y tus tías no me lo dicen? Lo que tuvo que pasar la gente mayor en aquella época, qué locura. Y lo que nos está tocando vivir ahora, es que no me lo puedo llegar a creer de verdad.
Ahora a las ocho es el homenaje de los aplausos. Mi hijo está emocionado de salir a aplaudir así que ahora saldremos.
En fin gente. Este ha sido el día 2. Ánimo. Y fuerza. Y TODOS EN CASA.
Mi hija me persigue por todas partes de la casa y no consigo despistarla. Y eso que mi marido está en casa, mañana que tiene que trabajar, creo que va a ser horrible.
Me levanté sobre las nueve, al menos no madrugaron tanto, bajamos, desayunamos, recoger un poco...
Y el resto del tiempo jugamos en el patio. Hicimos el dibujo del arcoíris y TODO VA A SALIR BIEN. Pero aquello fue un caos... Dios mío. Niña quita color a niño, niña tira el cesto de las pinzas, niño enfadado porque niña coge color, niña coge todos los colores y los tira por el suelo, niño llora, niña coge dibujo del niño y lo arruga, niño pega a niña, niña pega a niño, los dos lloran, yo también quiero llorar... acto seguido acaban los dibujos y los pegamos en la puerta de la calle. No me da tiempo ni a cerrar cuando salen corriendo para el patio... niño coge manguera, niña se pone debajo, niño ríe, niña llora, mami grita, marido baja que estaba arreglando el estudio. TODOS PARA DENTRO.
Después de ese tiempo a preparar comida. Comemos, recogemos, niña se duerme y niño juega. Un ratito para seguir viendo Outlander. Momento calma del día. Pero dura poco, niño viene con su monopoly Junior. A jugar. Gran momento, compro todos los hoteles del juego, gano mucho dinero, y niño después de reírse mucho acaba llorando porque ha perdido. Nuevamente al punto de partida. Hora de la merienda. Niña se despierta también, zumitos de naranja, frutita y muchas galletas, para compensar.
Y es el momento de hacer algo que mañana hay teletrabajo, madre del amor hermoso, dejo planteada la semana de mis grupos, directrices al claustro y me pongo a escribir esto, mientras mi niña se sube y se baja porque también quiere teclear. Esto va a ser complicado, muy complicado.
Me he agobiado ya hoy, lo reconozco. Miro las estadísticas, miro lo que puede llegar a pasar y me acojona, me acojona esta incertidumbre. Yo estaré confinada, con mis dos niños. Pero mi marido tiene que seguir yendo a trabajar, y me da mucho miedo, así no vamos a estar libres del virus, y quién me dice que no lo tenemos ya, o alguien con quien he estado estos días lo tenía. Tengo miedo. No puedo evitarlo. Como decía una compañera hay que concienciarse que lo vamos a pillar muchos, lo importante es no contagiarlo al grupo de riesgo. Se me va a hacer muy difícil tantos días sin ver al resto de mi familia, pero es necesario, hay que confinarse.
He salido de casa un momento, que ha sido para tirar la basura al contenedor de la esquina. He deseado tanto tener perro... Y de nuevo me ha recordado a The Walking dead. Da todo esto tanto miedo. Pienso también en toda la gente que tiene que seguir trabajando por los demás, sanitarios, tenderos etc. mil gracias, a todos, sois unos valientes. Por eso mismo los demás debemos quedarnos en casa, es la única forma de pararlo o retenerlo.
Hablé con mi abuelilla Felisa hoy, me dio mucha pena, esto parece una guerra hija, no entiendo nada, ¿no estaremos en guerra y tus tías no me lo dicen? Lo que tuvo que pasar la gente mayor en aquella época, qué locura. Y lo que nos está tocando vivir ahora, es que no me lo puedo llegar a creer de verdad.
Ahora a las ocho es el homenaje de los aplausos. Mi hijo está emocionado de salir a aplaudir así que ahora saldremos.
En fin gente. Este ha sido el día 2. Ánimo. Y fuerza. Y TODOS EN CASA.
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