lunes, 30 de septiembre de 2013

Queda tan poco...

Yo que pensaba que no iba a llegar nunca el otoño, ni se iba a terminar el verano y como no llegar la fecha en la que casi estoy cumplida...y lo que es más importante, el vivir pensando qué día será el que vas a venir conmigo y si me voy a poner de parto.

Imagino que todas las mujeres que han sido madres habrán pasado por esta sensación, que es cuanto menos extraña y contradictoria. Por un lado, estás deseando que llegue el momento para tener a tu bebé entre tus brazos, pero por otro dices... si está muy calentito dentro para qué va a salir ya, con lo tranquila que yo estoy... y como no, todos los miedos que acarrea el ponerse de parto. Y ese pensamiento que me invade a veces... "¿sabré cuando estoy de parto? Si no he sentido nada raro hasta ahora". Si haces ese comentario en voz alta delante de mamás, te miran sonriendo y diciendo: "ya te enterarás, anda que no te vas a dar cuenta", lo cual te hace acojonarte aún más. Hombre, una va mentalizada de que va a doler mucho y esas cosas, pero como es algo nuevo, nunca sabes a que te enfrentas exactamente y siempre queda la esperanza de... a lo mejor a mí no me duele tanto. (Oye que la esperanza nunca se pierde, y lo que es mejor, la epidural existe).
En fin, que como todo en este mundo, son experiencias que hay que vivir y que hay que ser valiente. No queda otra... salir tiene que salir por mucho que me guste ver como se me mueve la barriga con los movimientos de Manuel y sentir que le gusta la música cuando se la pongo cerca. Ya se la pondré también entre mis brazos...

Bueno, os dejo con este día melancólico de otoño, último día de septiembre. Disfrutad de las hojas secas.


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