jueves, 25 de abril de 2013

Primavera

No escribo desde enero, desde el invierno aciago y lluvioso que ha impregnado nuestras vidas durante meses. El sol oculto semanas tras semanas, la lluvia resbalando gota a gota por el cristal, el moho y la humedad apareciendo por las paredes, el ambiente oliendo a tierra mojada. Todo eso a mi alrededor, y en mi ser surgía una vida nueva, un pequeño ser que me acompaña cada día, que me ha extinguido la sensación de soledad que a veces nos inunda y desde que sé que estás conmigo nunca he vuelto a sentir.
No sé cómo será tu cara, ni tus ojos, ni tus manos, no sé cómo te llamarás ni si serás una niña o un niño, pero sólo sé que ya eres parte de mí, he intentado escribirte, pero me daba miedo a que las palabras se llevaran esta preciosa sensación, esta magia que siento ahora mismo, porque cada día que pasa, ahora que se está pasando el mal cuerpo y las fatigas, me haces sentirme mucho más feliz.
Me gusta mirarme la tripa, cómo va creciendo, por ahora muy tímidamente pero ya sobresale, ha habido cambios en mi cuerpo e incluso en mi mente, has cambiado toda mi concepción del mundo, ya no soy yo, ahora somos nosotros.
Sé que estás conmigo e imaginar el momento en el que llegues, en el que te estreche entre mis brazos es algo indescriptible. Aún no te siento moverte, pero deseo con fuerza que eso ocurra, me gusta hablarte, me gusta pensar y leer para los o las dos. Desde que sé que estás conmigo no hay ni una sola noche que me despierte sin tener mi mano en mi vientre, creo que si te acaricio me sientes, creo que sientes todo lo que me pasa., por eso intento no enfadarme en clase y gritarles menos a los alumnos, porque no quiero que odies el colegio desde ya... te quedarán tantos años estudiando...
Tu madre es profe, enseña lengua y literatura en la ESO y Bachillerato, aunque a veces, siento que enseñar a ser buenas personas a mis alumnos es lo mejor que  puedo hacer por ellos. Aunque antes, tu madre fue periodista y este gusto por la escritura jamás va a desaparecer e intentaré inculcártelo siempre. No sé, ya me irás conociendo, no tengo ni idea si seré buena madre, soy nueva en esto, aunque como cada una de las tareas que he emprendido en mi vida, daré todo para que las cosas salgan como deseo.
Me gustaría que esta sea la primera de las cartas que te escribo, aquí en mi blog, porque quiero hacer partícipe de mi felicidad a todo el mundo que me lea. Por ahora, me quedo con tu primera ecografía, creo que vas a ser muy enérgico/a, movías tus manos con mucha fuerza, como molesto por la presión en la tripa, yo creía hasta ver cómo me sonreías, fue un instante lleno de magia, y a mí lo único que me salió de la boca fue: qué graciosino el bebé, no deja de moverse con lo chico que es. A tu padre y a tu abuela se les caía la baba, no fueron capaces de decir absolutamente nada. Y yo sólo sé, que ya te quiero y aún no te conozco.